Las mamás hemos nacido para
sufrir.
Para sufrir y vivir en un estado de permanente angustia. Es innato a
nuestra naturaleza, desde el momento en que parimos ya sufrimos.
No creo que haya explicación
científica para este hecho, y si la hubiera, por favor, hacédmelo saber.
Somos masocas, no lo neguemos.
Siempre nos va a angustiar cada paso que dé nuestro pequeño. Con miedo
constante a que se desate el desastre, nos ponemos en lo peor, y soltamos la frase lapidaria que toda madre suelta en algún momento " Si es que ya lo sabía yo...!"