Si gente, si, el peso. Ese
peso, esa grasa que se instala en todos los recovecos de tu cuerpo, incluso en
zonas que pensabas que no podían acumular grasa... ese, ese!.
Estoy harta, en serio. Hace
algo más de un año, pasado y bien pasado el embarazo (esa cosa que te
revoluciona tanto el cuerpo) y después de verme deformada en fotos, espejos y
demás superficies reflectantes (momento morsa, que decía mi marido) decidí hacer
la dieta del momento (os doy una pista, empieza por Dukan y acaba por Dukan) la milagrosa que cumple todos los requisitos que se
puedan desear en una dieta: que no pases hambre, que adelgaces relativamente
rápido y que te haga sentir maravillosa y con ganas de mirar como la flechita
de la báscula baja y baja y baja.
Compre el librillo en cuestión, el básico, ese que lanza un mensaje lleno de comprensión:"No consigo adelgazar", sin fotillos ni nada (porque era más barato), y me puse lorzas manos a la obra. Y funcionó, vaya si funciono!!! Unos
“cuantos” kilos de ná, unos 16!
No nos engañemos, a ritmo
normal, a razón de kilo por semana, gramo arriba gramo abajo. Me emocioné tanto
que metí en bolsas mi anterior ropa de gorda y la regalé. (Hala, ta luego!!!)
Empecé a comprarme ropa de
"delgada" (una talla 40, no os creáis) y además en tiendas en las que antes ni se
me hubiera ocurrido asomar la nariz, emocionadísima, vamos!
Peero, ahora mismo, de pocos
en pocos e inexorablemente, (por no cuidarme un pijo, básicamente), estoy
engordando otra vez, y esa ropa empieza a quedar justa y a hacer que esas
lorzillas rebeldes rebosen alegremente, y ahí entra el pánico: “Que me pongo
hoy?? algo que no me haga gorda!! Porqué regalaría ese jersey, que por
cierto, que mono era, el de la talla XXXL???"
Hola????
Ja ja ja, permitidme que me
ría. No te engañes, me digo, ya que pienso, “el veranito, con sus helados, sus
barbacoas, sus cumpleaños...pero una vez pasado, me pongo en marcha,
prometido, total, son-un-par-de-kilitos” y hago lo que creo que hacemos muchas,
ponernos de comienzo el lunes, que parece que es el día para empezar todas las
cosas, como si fuera inconcebible empezarla en otro momento.
Y por eso, llegado el
domingo, te das un homenaje con eso de que vas a estar muuuuuuucho tiempo sin
poder catar esas cosas tan ricas que engordan, como el fin de fiesta vamos.
Mamá friki " in action"
La historia es que llegado
el día en cuestión, y al ver el frigo, dices, contrita: “Como voy a tirar eso,
que esta entero, habrá que gastarlo, no?? Así evito tentaciones la próxima vez
que lo abra. Y las galletas, y eso croissants que se van a poner duros, y esa
pastillita de chocolate solitaria en el armario, y......(como nos autoengañamos,
eh??)”
Y al final del día, no haces
dieta, estás deprimida y encima te sientes fatal por haberte comido todo eso.
Gorda, depre y con ganas de llorar, vaya plan! Te autocastigas una y otra vez
“No tienes ni pizca de voluntad tía, eres una gordona... si en un mes y pico te
lo has quitao!!, venga, que tu puedes!”
Así que..... sabéis que os
digo?, que de este lunes no pasa, prometido!!
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